Orgasmo neoliberal
(Estado Español 2011-2018)
, 2013.


En 2008 en Estados Unidos se inicio una crisis económica que se volvería mundial, su magnitud solo fue comparable a la Gran Depresión de 1929.

Esta gran crisis mundial fue provocada por la desmesurada avaricia de las entidades financieras desreguladas que al encontrarse con una deflación[1] o el dinero muy barato, decidieron realizar una agresiva expansión del crédito financiero concediendo excesivos préstamos a personas que sabían que no poseían el suficiente margen económico para poder devolverlos cuando los intereses de estos volvieran a subir. Entre estas líneas de créditos se encontraban las llamadas ‘hipotecas sub-prime’, ‘hipotecas de alto riesgo’ o ‘hipotecas basura’, los bancos las convirtieron en activos tóxicos[2] que se compraron y vendieron entre ellos. Estas prácticas especulativas se extendieron por todo el mundo con los bancos operando sin control ninguno.

En septiembre de 2008 uno de los principales bancos estaudinense quebró y la burbuja inmobiliaria estalló. Como si se tratase de fichas de un dominó, todas las entidades financieras a escala global que poseían gran cantidad de estos activos tóxicos comenzaron a caer. Ante esta situación, los bancos cerraron las líneas de créditos que concedían provocando la ruina, al quedarse sin liquidez para operar, de multitud de empresas y llevando al paro, la pobreza y la deseperanza a millones de personas. En España en 2013 se alcanzó un máximo histórico de desempleo con cinco millones de parados.
"Es el fin de la ideología de que los mercados libres y desregulados funcionan siempre", decía en 2008 el Nobel de Economía Joseph Stiglitz.

Ante esta situación que amenazaba con colapsar el sistema económico mundial, los gobiernos, temerosos de que sus economías nacionales se derrumbasen, decidieron rescatar a los bancos que poseían estos activos financieros tóxicos. Dinero público que en el caso español los bancos no devolvieron. Solo se recuperó el 10% de los miles de millones de euros prestados.

Las consecuencias de la crisis económica mundial en España fueron especialmente devastadoras al ser una economía excesivamente endeudada, muy dependiente del sector de la construcción, víctima durante décadas de políticas erráticas de despilfarro y una corrupción institucionalizada desde tiempos de la dictadura franquista.

En España para poder rescatar a las entidades financieras quebradas se tuvo que pedir a su vez un rescate a la Unión Europea, que a cambio de su concesión, obligó al gobierno a realizar salvajes recortes en su gasto público. La aplicación de estas medidas económicas provocaron el derrumbe del estado de bienestar.

Estas medidas de austeridad en el gasto público español las iniciaron un gobierno socialdemócrata y las continuaron un gobierno demócrata cristiano ultraliberal, conservador y autoritario que aprovechando la coyuntura de la situación y su mayoría absoluta en el parlamento, llevó mucho más allá las políticas de austeridad que imponía Europa.

Como si se tratase de una orgía neoliberal sin fin, al tiempo que este gobierno demócrata cristiano ultraliberal anunciaba semanalmente recortes en los servicios públicos, sus políticas verificaban a entidades privadas y profundizaban aún mas en la desregulación y liberalización de los mercados que recordemos había sido la causa de la crisis mundial.

[1] Bajada sostenida de los precios de bienes y servicios.
[2] Producto financiero de baja calidad y mucho riesgo, cuyo valor contable es más alto que el precio de mercado.