Éxtasis,
2025.


Las redes sociales, lejos de conectar a las personas como se proponía al inicio, han terminado generando aislamiento social y adicción.

Al igual que las drogas sintéticas, como el MDMA/Éxtasis, su uso influye en nuestros neurotransmisores, alterando su funcionamiento. Estas plataformas afectan el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina, lo que genera sensación de placer. Cada vez que recibimos un 'like', nuestro cerebro libera dopamina. Al igual que con las drogas, este efecto es efímero: pronto necesitamos más.

Las redes sociales no están construidas para conectar personas, sino para secuestrar nuestra atención y mantenernos enganchados el mayor tiempo posible. Su verdadero propósito es extraer datos sobre nuestro comportamiento, convertir esa información en mercancía y venderla.

El uso intenso de estas plataformas provoca aislamiento, adicción, deterioro cognitivo, como pérdida de memoria, dificultades de atención y concentración, además de afectar a la salud mental, provocando problemas de identidad, ansiedad y depresión.